Croquetas de salmón.
Ingredientes.
Dos buenas rodajas de salmón
4 huevos
Harina de trigo
1 cebolla grande
Pan rallado
Nuez moscada para rallar
Aceite de oliva virgen extra
Caldo de pescado (muy bueno el de cocer mejillones)
Leche
Sal
Elaboración.
Poner un poco de aceite en una sartén, salar el salmón y asarlo a fuego lento dándole vueltas hasta que se haga por dentro (ojo, no debe tostarse demasiado ni quemarse). Desmenuzar el salmón una vez hecho y reservar.
Picar muy finamente la cebolla y colocar en la sartén con una generosa cantidad de aceite (es el que se usará para ligar luego la harina, la leche y el caldo). Cocinar a fuego lento hasta que la cebolla esté transparente (que no se queme). Una vez hecha, añadir el salmón, remover y rallar encima un poco de nuez moscada (algo menos de ¼ de nuez da mucho sabor). Sin apartar del fuego se empieza a espolvorear la harina sin parar de remover. Se formará una pasta tipo engrudo: no hay peligro, se añade un poco de leche y se sigue removiendo hasta que se deslíe. Se añade más harina y se deslía con caldo, luego más harina y leche. ¿Hasta cuándo? Eso depende de la cantidad de croquetas que se quiera hacer y de los tropezones que se quiera que lleven. Lo importante es que la masa quede pastosa (no líquida) y que se despegue bien del fondo. Un consejo: si se le echa caldo de mejillones NO se debe salar la masa o debe hacerse muy ligeramente.
Tapar con un paño limpio y dejar enfriar la masa, a ser posible en la nevera, al menos 6 horas.
Para hacer las croquetas se toma una porción de masa con una cuchara, se pasa por pan rallado y se le da una bonita forma. Luego se pasa por huevo batido. Finalmente, otra vez por pan rallado. Se van colocando en un plato hasta tener un buen montón. Entonces se van friendo en aceite bien caliente.
Después de tanto trabajo duran muy poco en la mesa.
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